Esta nueva realidad social supone, como no podía ser menos, un desafío para la educación no solo en cuanto a los fines de socialización, que la propia sociedad le tiene atribuidos, sino en lo referente a los objetivos y medios que ha de utilizar para cumplir esa tradicional función social.
Destacamos la importancia de la educación geográfica para el fomento de la ciudadanía, la innovación y la sostenibilidad. En este sentido, la Declaración Internacional sobre la Educación Geográfica, promulgada en Beijing en 2016, subraya cómo los conocimientos geográficos son indispensables para “el desarrollo de ciudadanos responsables y activos en el mundo presente y futuro”.
La responsabilidad ciudadana debe partir, necesariamente, de la sensibilización sobre los problemas políticos, económicos, sociales y ambientales que nos rodean, estableciendo diagnósticos y soluciones a los mismos desde planteamientos innovadores, propositivos e integradores.
El objetivo de la educación actual no es solamente transmitir conceptos, sino formar ciudadanos competentes que sepan movilizar conocimientos, habilidades y actitudes para dar soluciones creativas a problemas de la vida real. Es decir, desarrollar la capacidad de construir conocimiento para intervenir en la vida ciudadana.
La ciudadanía, sostenibilidad e innovación en la educación geográfica son las bases que motivaron al profesor Sérgio Claudino, de la Universidad de Lisboa, a diseñar el proyecto Nos Propomos. Un proyecto de ciudadanía para los más jóvenes y no tan jóvenes, que comenzó en Portugal en 2011 y no ha dejado de crecer, contando actualmente con más de 45.000 participantes, 40 universidades y 8 países, desarrollándose desde el año 2016 en España.
El Proyecto ¡Nosotros Proponemos! destaca fundamentalmente por sus valores académicos y sociales, como han mostrado los trabajos de Mª Ángeles Rodríguez y Sérgio Claudino. Académicamente, la colaboración entre la investigación educativa universitaria y la innovación didáctica en la educación básica obligatoria posibilita, en palabras de Xosé Manuel Souto, la creación de opinión pública sobre cuestiones de vital interés desde edades tempranas, en este caso, sobre la gestión sostenible de las ciudades. Y socialmente, ante el escenario, donde la sostenibilidad urbana se erige como uno de los principales desafíos globales en la actualidad, ya que se tiene previsto un aumento exponencial de la población urbana mundial en los próximos cincuenta años. Este crecimiento repercutirá, lógicamente, en la generación de residuos, en el consumo de recursos, y en la necesidad de energías eficientes; por ello será necesaria la toma de decisiones basadas en los principios de sostenibilidad, responsabilidad, concienciación, transparencia y cooperación, conceptos que contempla y desarrolla el proyecto Nosotros Proponemos desde sus orígenes.
Una ciencia geográfica que debe apostar por la mirada global-local con la necesaria conexión del centro escolar con el entorno en el que se encuentra, y permita, además, la toma de conciencia de los problemas locales en los procesos globales. Es la mirada a lo local sin perder la perspectiva global, aportando algo mucho más importante que la mirada que ofrecen los niños y adolescentes, ofreciéndoles la oportunidad de sugerir ideas de cambio y mejora.
Los proyectos de ciencia geográfica y ciudadanía, como el Nosotros Proponemos, crean espacios de verdadera ciudadanía, donde se impulsa la participación ciudadana favoreciendo las relaciones entre los agentes locales, las administraciones y las instituciones educativas que promueve el Proyecto. Se corrobora, de este modo, la importancia de las formas de participación horizontal y/o ascendente a la hora de diagnosticar y de proponer soluciones a los problemas que sufren nuestros entornos. Una experiencia que ya ha traspasado fronteras y que responde, fielmente, al conocido axioma “piensa globalmente, actúa localmente”.
Fomentar una dinámica de ciencia geográfica centrada en soluciones, y no sólo en los problemas, supone poner el foco de atención en aspectos que pueden quedar ocultos en el desarrollo curricular, poniendo a la ciudad, el espacio urbano en el que se vive, como eje vertebrador del aprendizaje.
Esta orientación educativa requiere habilitar a los estudiantes de capacidades y conocimientos que estimamos fundamentales, además de los específicamente con componente geográfica y que nosotros en este proyecto del Nosotros Proponemos hemos agrupado en tres grandes objetivos: la identificación de los problemas urbanos en la ciudad; el estudio y trabajo de campo o investigación “in situ”; y la aportación de soluciones participativas (Rodríguez-Domenech y Claudino, 2018). Sin olvidar que la metodología del análisis geográfico, a través de “salidas de campo” o investigación “in situ”, favorece el proceso de enseñanza-aprendizaje de las Ciencias Sociales en el aula y fuera de ella al servicio de la ciudadanía y fomenta nuevos estilos de aprendizaje. En este sentido, destacamos el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP), y más específicamente, en el Aprendizaje Basado en Problemas urbanos (cuando el trabajo se orienta hacia la solución de un interrogante) muy vinculado a los aprendizajes de Servicio (APS).
En definitiva, una ciencia geográfica al servicio de la ciudadanía que busca la implicación personal a través del conocimiento de aspectos cercanos y tangibles, y también de situaciones lejanas. Un saber que provoca la empatía necesaria para ver un conjunto de forma diferenciada y que da respuesta a necesidades reales de la sociedad, llevando a cabo un servicio de utilidad con aprendizajes vinculados al currículo escolar.
Para más información:
Rodríguez-Domenech, María Ángeles y Claudino, Sérgio (Coord.) (2018): ¡Nosotros Proponemos! Ciudadanía, Sostenibilidad e Innovación Geográfica. Ante los desafíos educativos de la sociedad. Barcelona: Ed. GRAO
